“Quiero conectar el mundo” dijo Mark Zuckerberg en el Mobile World Congress de
Barcelona.
Y esta no era exactamente una novedad puesto
que eran conocidas las iniciativas en este sentido del cofundador de Facebook
(y ahora también copropietario de WhatsApp) entre las cuales está Internet.org en
colaboración con empresas como Ericsson, MediaTek, Nokia, Opera, Samsung y
Qualcomm y que, como ellos mismos dicen,
“es una coalición mundial dedicada a que el acceso a Internet esté disponible
para los dos tercios del mundo que aún no están conectados”.
Hemos entrado en una nueva etapa de la
humanidad que, sorprendentemente, ya se nos anunciaba en los años 60, expresada
en el concepto de "Global Village" de Marshall McLuhan". "La nueva interdependencia electrónica recrea el mundo a
imagen de una Aldea Global". Tom Wolfe, que
tuvo mucha relación con McLuhan, asegura que éste se sentía influenciado por su
amigo el filósofo y paleontólogo francés Pierre Teilhard de Chardin y
concretamente por su noción según la cual "con la evolución del hombre
se ha impuesto una nueva ley de la naturaleza: la convergencia. Gracias a la
tecnología, la especie del Homo Sapiens, hasta ahora desperdigada, empieza a
unirse en un único sistema nervioso de la humanidad, una membrana viva, una
estupenda máquina pensante, una conciencia unificada capaz de cubrir la Tierra
como una piel pensante, la Noosfera".
Este concepto fue literalmente instrumentado
en 1991 cuando Tim Berners-Lee creó esa membrana viva, esa “telaraña
a lo ancho del Mundo”, la World Wide Web que conocemos como WWW, y esto es algo
con una dimensión completamente distinta a la idea original de Internet que
venía funcionando desde 1969. Según
Berners-Lee Internet es una red (NET). Y el instrumento que él nos
proporcionó es en una telaraña (WEB). Una red tiene una estructura establecida,
organizada de una manera determinada. Hay redes desde que hubo dos ordenadores
conectados entre sí mientras que lo que él se propuso con la WWW era hacer
funcionar un sistema de conexión bidireccional de carácter aleatorio, una
telaraña. Quiso crear, mediante el mecanismo del hipertexto, una estructura
parecida a la de nuestro cerebro: "Pensamos por medio de neuronas
interconectadas, y el hipertexto lo hace por medio de documentos interconectados.
En el cerebro los enlaces entre neuronas funcionan en las dos direcciones, y en
el hipertexto también".
Todos somos emisores y receptores. A partir
de aquí, la Aldea Global no ha parado de permitir que nos cruzáramos y
charláramos en la “plaza del pueblo”, interrelacionándonos con quienes queramos
sin importar el lugar y la distancia.
Ray Tomlison envió el primer e-mail en 1971 y
desde entonces no pararían (ni pararán, evidentemente) de llegar nuevos medios
de interrelación tales como Facebook, en el 2004, YouTube en el 2005, Twitter
en el 2006 y toda la variedad de Redes Sociales.
Internet dejó de exigirnos una situación fija para
conversar con quien se quiera, especialmente a partir del momento que, en el
2007, se empezó a substituir el teléfono móvil por el Smartphone lo cual
conduciría a más y más formas de comunicarse tales como el WhatsApp (2009) y
que, de hecho, hace que sea ya realidad la idea de la Aldea Global: ahora cada
persona puede llevar consigo una prolongación de sí misma que le permite
comunicarse con todos en todas partes mediante todos los medios humanos de hacerlo,
la voz y los sonidos, las palabras escritas, las imágenes y el video, y
participar en directo de todo lo que le quieran comunicar, de todo lo que se
sabe y ocurre a lo ancho de todo el globo terráqueo. El número de móviles crece
a una velocidad 5 veces mayor que la que hubo en el crecimiento de los PC. Ya
hay 4 veces más móviles que ordenadores fijos. Con el Smartphone se realizan el
77% de conexiones a Facebook, el 40% a Youtube y el 75% a Twitter.
¿Qué quiere decir todo esto?. Que, simplificando mucho,
podemos considerar que la humanidad inició una Nueva Era con la invención de La Rueda que le permitió pasar
de su estado aislado y primitivo a poder interrelacionarse más allá de la tribu
local. Y que se inició otra Nueva Era con la invención de La Imprenta. Ahora hemos entrado ya en una nueva
evolución a través de la Era de la telaraña de comunicación, en que nos
cruzamos con toda la humanidad en la plaza de la Aldea Global que predijo
McLuhan.
¿Qué cambios supone para el creativo publicitario la
adaptación a esta nueva Era de la Humanidad? Pues ninguno. Ningún cambio
fundamental. Hay que adaptarse, eso sí, en cuanto a conocer el funcionamiento
de los nuevos medios que están surgiendo continuamente. Ello requiere
especialistas, como ha habido siempre especialistas en hacer fotos o rodar
cine, en diseño gráfico y, por supuesto los hay y tendrá que haber muchos más
en el manejo de los medios digitales, de Internet, del Smartphone... de todo lo
que vaya viniendo. Pero al otro lado del medio de comunicación que sea hay
siempre una persona. Y esta persona es igual, siente, entiende, percibe y se
emociona con los mismos mecanismos que el creativo que piensa la pieza de
comunicación.
El ser humano se comunicó moviendo las mismas terminales
de los sentidos y las mismas interpretaciones y respuestas racionales o
emocionales, desde que se expresaba ante sus semejantes con gestos o gruñidos,
o desde que percibió las posibilidades de la expresión gráfica pintando en las paredes de su cueva o de la ermita románica, pero sin dejar de utilizar la
palabra para escribir en las piedras, en los pergaminos o en el papel. Y sin
dejar de ser seres humanos, tuvo que encontrar la manera de crear un lenguaje juntando imágenes en movimiento en el cine.
Tan humanos como los seres humanos de un millón de años
atrás son los creativos publicitarios de
esta Nueva Era y han de comportarse como tales para poder “llegar” a... los seres humanos... de un millón de años...
que tienen al otro lado de los nuevos medios de comunicación que se crean cada
día y aportan más facilidad, más universalidad y más precisión en los mensajes
que nos intercambiamos todos con todos en esta nueva etapa de la Historia de la
Humanidad que es la Aldea Global.
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