viernes, 1 de diciembre de 2017

Reivindicando el trabajo de los gabinetes de comunicación

El número 176 de la revista Capçalera, editada por el Col·legi de Periodistes de Catalunya (Octubre 2017), realiza un análisis periodístico de la cobertura mediática de los atentados en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils, perpetrados en agosto de 2017. La conclusión es clara: quien se convierte en una fuente de información fiable y de referencia, no solo para los ciudadanos, sino también para todos los medios de comunicación estatales e internacionales que cubren el atentado, no es un medio de comunicación, sino el Gabinete de Comunicación de los Mossos d’Esquadra, que utilizará las redes sociales para difundir mensajes en catalán, castellano e inglés.

Patricia Plaja, la responsable de Comunicación de los Mossos, decía a Capçalera que era imprescindible que los periodistas de los medios de comunicación y de los gabinetes afectados se sentaran para hablar de todo lo que estaba sucediendo. Léase, de la tergiversación de las informaciones que hicieron algunos medios de comunicación, otrora considerados dignos de respeto. Personalmente, añadiría que han de hablar para recuperar la confianza. Para que los medios de comunicación no den noticias precipitadas, datos no contrastados o información que puede perjudicar la búsqueda de los culpables.

A mi juicio, esa idea repetida de que existe una brecha entre periodistas de medios de comunicación y periodistas de organizaciones carece de sentido. Se dice de gabinetes y medios que están “a los dos lados de una barricada”. ¿No deberíamos reflexionar sobre qué es lo que separa la famosa barricada? 

He oído decir a los periodistas de medios, que los periodistas de gabinetes no actúan como tales porque “obedecen” las normas de la empresa o institución para la que trabajan. Que no son “independientes”, que no son periodistas “de verdad”. Si ejerciera de periodista en un gabinete, no me dejaría insultar. De ningún modo. Porque muy a menudo, los periodistas de gabinetes son comunicadores más fiables, serios y consecuentes que muchos de sus colegas en los medios escritos, radiofónicos, televisivos y digitales. Tal vez a su pesar, eso sí. Porque han de seguir una línea editorial que ha olvidado la verdad, la imparcialidad o el imprescindible contraste de las fuentes de información.




Dra. Maria José Recoder i Sellarès
Decana de la Facultad de Ciencias de la Comunicación (UAB)

2 comentarios:

  1. Interesante. Soy periodistas y al mismo tiempo gestora de prensa. Un amplio debate puede generarse al respecto. A veces los gabinetes obedecen a lo que les piden sus clientes, sean estos corporativos o empresariales y ahí la imparcialidad queda archivada. Y, a otros momentos, los periodistas no van en contra de sus fuentes ya que son precisamente ellas las que contratan al medio para publicidad.

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  2. Gracias por tu comentario, totalmente cierto que el tema podría ser mucho más extenso que aquí queda plasmada en una breve reflexión. Un saludo,
    Equipo DCEI-UAB

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